LUZ Y VIDA EN CRISTO JESUS
  LA INCREDULIDAD DESTRUYE
 
Texto : Números 14:1-12a Propósito : Exhortar a la congregación a no ser incrédula, sino a confiar en Dios y sus promesas. Introducción : Uno de los grandes conflictos a que se ve enfrentado el creyente es su propia incredulidad. Dios ha prometido un sin fin de bendiciones para su pueblo. Muchas de ellas están condicionadas a la obediencia y la confianza en Dios. El creyente constantemente debe confrontar su fe con la adversidad, y en algunos casos, en situaciones extremas.Tal es el caso de Israel a las puertas de la conquista de la tierra prometida. Debió confrontar los grandes obstáculos que allí había con la fe en su Dios. Lamentablemente prevaleció su incredulidad, lo que trajo la destrucción de todos ellos. Proposición : De este episodio debemos aprender que la incredulidad debe ser evitada a toda costa. ¿Por qué el creyente no debe ser incrédulo? O.T. : Existen cuatro razones por las cuales el creyente no debe ser incrédulo. I. LA INCREDULIDAD DEGRADA EL CARÁCTER DE DIOS A. 1. Implica que es un Dios débil, incapaz de proteger a su pueblo. Ellos pensaban que debido a la presencia de gigantes en la tierra prometida, Dios sería incapaz de cumplir su promesa.2. Muestra que Dios es malo al llevar a su pueblo a la adversidad. Cuestionaban la decisión de Dios al llevarlos a una tierra en donde serían exterminados completamente.3. Indica que Dios ha engañado a su pueblo trayéndolos a una tierra hostil. Afirmaban que estaban mejor en la tierra de Egipto que en aquella tierra que nunca poseerían. B. Tres Casos de Incredulidad1. Abraham, cuando se le prometió un hijo en la vejez (Gen. 17 :17)2. Moisés, cuando se le dijo que todo el pueblo de Israel sería alimentado (Núm. 11 :21)3. Zacarías, cuando se le dijo que tendría un hijo eminente (Luc. 1 :20) C. Todos los creyentes, en especial los líderes de cada familia, deben evitar la incredulidad. Ella nunca a agradado a Dios, pues atenta contra su carácter Santo, Perfecto e Inmutable. D. Debemos confiar en Dios, aunque veamos que el enemigo es mayor que nosotros y nuestras fuerzas. No es el hombre quien lucha, sino Dios. Es él quien da la victoria en la batalla y quien hará que sus promesas se cumplan. II. LA INCREDULIDAD ENVILECE EL CARÁCTER DEL HOMBRE A. 1. Hace de él un cobarde (v.1). Todos daban gritos y se lamentaban, como si Dios les hubiese llamado a ello.2. Lo transforma en un hombre sin esperanzas (v.2). Deseaban haber muerto en la tierra de la esclavitud o en aquel mismo instante.3. Le causa abatimiento ante la muerte (v.3a). Preferían volver a la tierra de esclavitud a morir a manos de los gigantes.4. Su Conducta evidencia ingratitud (v.3b, 4). Habían disfrutado de las bendiciones de Dios y ahora ante el enemigo querían volverse atrás culpando a Dios por ello. B. Tres Casos de Cobardía1. Los diez espías (Núm. 13 :33)2. Los seguidores de Gedeón (Jue. 7 :3)3. Israel ante el gigante Goliat (1 S 17 :24) C. La incredulidad nunca trajo valor, esperanza, conformidad o gratitud hacia Dios. Siempre ha degradado al hombre. La mejor manera que un líder de familia puede traer bendición sobre su persona y familia es confiando plenamente en Dios, pues él sabe recompensar a los que le buscan y confían en él. D. El creyente que es incrédulo está condenado a sufrir las consecuencias de ello. Su falta de confianza en Dios denigra su carácter y le incapacita, en cada área de su vida, para ocupar cargos de liderato. III. LA INCREDULIDAD ATENTA CONTRA LA OBRA DE DIOS A. 1. Impide que los planes de Dios se lleven a cabo. El propósito de Dios era que la totalidad del pueblo entrara en la tierra prometida, pero ahora gran parte de él no tenia intenciones de entrar.2. Incita al pueblo ha desestimar el plan de Dios. Según esto, cualquier cosa es mejor que cumplir la voluntad de Dios. La esclavitud y el morir en el desierto, es mejor que entrar en la tierra que fluye leche y miel.3. Retrasa los propósitos divinos. 38 años debieron vagar por el desierto y allí murieron todos los que pecaron de incredulidad. Una nueva generación tendría la oportunidad de confiar en Dios y conquistar la tierra prometida. B. Dos Casos De Obstaculización De La Obra De Dios1. En Nazaret (Mt. 13 :58)2. En Jerusalén (Jn. 12 :37) C. El creyente incrédulo siempre será un obstáculo en la obra de Dios. Cuando el incrédulo es el ministro, es doblemente culpable. Primeramente, porque entorpece el avance y crecimiento de su iglesia y segundo, porque no es un hombre fiel a su ministerio. D. El incrédulo nunca a servido de bendición para el pueblo de Dios. Al contrario, siempre a sido un obstáculo a la obra de Dios. IV. LA INCREDULIDAD TRAE LA IRA DE DIOS A. 1. La incredulidad trae consigo la rebelión. Dios nunca a tolerado la rebelión. Ella es el principio de Satanás y está arraigada en lo profundo del corazón del hombre. 2. La rebelión sólo se extirpa con la muerte de los causantes. Los diez espías, causantes del alboroto, murieron. Todos los que prestaron atención a sus palabras quedaron muertos en el desierto.3. Tanto la incredulidad como la rebelión traen la ira de Dios. "Hasta cuándo me ha de irritar este pueblo...cuándo...me creerán." La paciencia de Dios tiene un límite, cuando éste es rebasado, la ira de Dios no se hace esperar, "Yo los heriré de mortandad y los destruiré..." B. El Siervo Malvado (Mt. 18 :23ss)El siervo que ha obrado mal no es digno de la misericordia de Dios. Sino que la ira de Dios está sobre él y Dios demandará de él el pago de cada una de sus faltas. C. Cada hombre, cada creyente, cada líder, cada ministro que haya pecado no quedará sin recibir retribución conforme a sus obras. D. La incredulidad trae aparejada con ella, la ira de Dios. Debemos esforzarnos por alejar la ira de Dios de nuestras vidas, sin importar el precio que debamos pagar. De lo contrario la destrucción está a nuestra puerta. Conclusión : La incredulidad jamás a traído beneficios al pueblo de Dios. Nunca a dignificado a Dios, al contrario le denigra, al igual que al hombre. Entorpece el avance y consumación de la obra de Dios. Para quienes caen en el pecado de la incredulidad, no queda otra alternativa que esperar que la ira de Dios le alcance.Si hemos caído en este pecado, hoy es la hora que lo abandonemos. Es el tiempo de pedir perdón a Dios por ello. Es el momento de volver a recomenzar, para que nuevamente nos enfrentemos a los gigantes que nos acosan y les conquistemos.
 
 
   
 
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