Versículo 9 dice, otra vez “.... más vosotros sois linaje escogida, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable. Vosotros que en otro tiempo no erais pueblo, pero que ahora sois pueblo de Dios, que en otro tiempo no habíais alcanzado misericordia más ahora habéis alcanzado misericordia. Amados, yo os ruego, como extranjeros y peregrinos que os abstengáis de los deseos carnales que batallan contra el alma, manteniendo buena vuestra manera de vivir entre los gentiles, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores glorifiquen a Dios en el día de la visitación al considerar vuestras buenas obras....”
Padre te pido que sea tu Espíritu Santo hablándome a mi y a todos, Señor, tenemos hambre y sed de tu pan, Señor, el maná que tu das. Señor, te pido que nos des de comer en el nombre de Jesús. Amen, amen.
Este texto dice que cuando alguien conoce a Cristo es diferente como antes. Dice que antes ustedes no eran pueblo pero ahora son el pueblo de Dios. Piensen en esto, en este lugar, hoy en esta mañana tenemos personas de cuántos países, 20 países por ahí, tenemos tan diferentes, personas que algunas han salido de situaciones muy feas en la calle, algunos han pasado tiempo preso, otros han tenido dolores fuertes en su vida, que jamás hubieran pensado que iban a congregarse en una iglesia, y participar, y tomar clases de discipulado y recitar versículos. Es una sorpresa.
Hay algunos que dicen a veces, y me encanta escucharlo, ‘Yo no puedo creer que estoy aquí después de lo que yo he vivido, la persona que yo era y aquí estoy en la iglesia levantando las manos, arrodillado orando con lágrimas. Jamás hubiera hecho antes en mi vida’.
Yo se que para algunas personas estos pasos significan mucho. Cuando se entregan al Señor, cuando se dejan tocar por el Espíritu Santo piensan ‘yo no puedo creer que soy yo aquí. Estaré loco.’ No sabe, porque han cambiado.
Y a mi me fascina ver esa luz comenzar a prenderse en los ojos del pueblo de Dios. Cuando uno puede casi mirar las cargas quitarse de los hombros que tenía, cargas de pecado, de amargura, especialmente se nota cuando uno toma el paso de comenzar a perdonar a los demás que les han ofendido, es como si una sombra se le hubiera quitado y hay nueva luz y nuevo gozo en sus vidas.
Somos un pueblo glorioso. Saben que la gloria de Jehová se llama en el Antiguo Testamento se llama, la gloria shakiná de Jehová, significa la gloria visible, una luz casi palpable que reposa sobre el pueblo de Dios después de conocer a Cristo. Es algo bello, es algo lindo.
¿Pero cuántos sabemos que este proceso de transformación no es del día a la noche? De noche en mañana, de hoy a ayer, no es rápido, es un proceso largo a veces. Yo se que en el discipulado a veces tengo personas que dicen cuando están tomando las clases, ‘Gregory, no me siento capaz de graduarme porque todavía yo tengo muchas asperezas, tengo mi carácter. Hoy mismo yo me encontré diciendo algo indebido’, y se sienten culpable. Y nosotros después de eso recordamos, ¿sabes qué? somos una obra en proceso, somos una obra en proceso y gracias a Dios el cambio no depende de nosotros, no depende de mí. El cambio cristiano se llama el proceso de la santificación.
¿Qué significa eso? ¿Qué significa que estamos en el proceso de la santificación? ¿Qué significa eso? Que llegamos a ser más y más como Cristo. Si decimos que llegamos a ser más y más santos, muchos de nosotros visualizamos una estatua que está ahí en una plaza de Centroamérica, pero la verdad es que ser santo es ser como Jesús, de andar como Jesús, de hablar como Jesús, de interactuar como Jesús, de trabajar como Jesús, de saludar como Jesús, de andar como él, de hacer la pregunta ¿en mí lugar qué haría Jesús?
Eso es el proceso de la santificación, pero es un proceso largo y no depende, vuelve a decir, de nuestras fuerzas. ¿Cuántos han tratado en algún momento de tu vida de hacer una resolución de año nuevo? En este año enero decides, este año voy a perder peso, voy a no se que´.... Ya no voy a no se qué... lo que dijiste, pero tiene que ser algo malo que querías dejar de hacer, gracias a Dios. Este año va a ser diferente. Y los que trabajan en gimnasio saben que el gimnasio se llena en enero y ya para febrero y marzo ya está todo igual que antes. Porque la fuerza de la voluntad no es suficiente para romper las ataduras que tenemos.
Nosotros lo compramos con el mono que tenemos sobre el hombro. ¿Se acuerda de eso, nivel 2? Que comienza como una mascota. Tu has escuchado un dicho de personas saliendo de los vicios, ‘I got a monkey on my back’. Tengo un monito ahí que tengo que alimentar ese monito o me come, y una adicción es así. Yo tengo que alimentar la adicción o me domina. Yo no puedo seguir adelante sin eso. Así que dicen, tengo ese mono, que comenzó como un monito mascota que yo tenía y yo le daba de comer un guineíto, un guineíto más. Era mi mascotita, un pecadito, nada tan malo. Pero crece, y crece y un día me dice ‘Mira, quiero un guineo,’ pero ya la voz no es una voz de bebé nada más, ya quiero un guineo, y tu dices, ‘no quiero darte un guineo hoy’. Apreta los brazos peludos y dice, ‘no, dame el guineo ahora’, y tu ya..... ah... no tienes otra opción, tienes que alimentar el mono.
El mono es como el pecado dentro de nosotros. Nosotros por nuestras fuerzas no podemos vencer el pecado y los problemas de la vida. Pero gracias a Dios en Cristo hay algo diferente en ti. Si has aceptado a Cristo como tu Señor y salvador, hay un nuevo espíritu que vive dentro de ti, que ha entrado y ese espíritu tiene una vida y un poder espiritual para transformarte. Es como una electricidad divina que va transformando nuestro carácter para ser más y más y más como Jesús. Y es un proceso espiritual, no es un proceso de la fuerza de la voluntad que no funciona. Es confiar que Dios va a hacer la obra en mi.
¿Cuántos saben que si tu descuidas la oración por un tiempo, si descuidas congregarte por un tiempo, si dejas de leer la palabra por un tiempo y te apartas, no estás conectado con la vid? ¿Qué pasa? Si una rama está separada de la vid comienza a secarse y ya no da fruto como antes y nosotros si descuidamos buscar de Dios, y enchufarnos con ese poder espiritual, comenzamos a ya perder esa unción, esa energía divina que puede habitar dentro de nosotros y se nos sale el viejo hombre, el viejo o la vieja mujer.
¿Cómo es tu viejo? No estoy hablando del esposo. ¿Cómo es tu viejo? Yo se cómo es el mío. Cuando yo descuido de buscar de Dios como debería de hacer, se me sale ciertas actitudes, cierta perspectiva, ciertas quejas, cierta ansiedad, ciertas cosas, y ya reconozco, ‘ah, ah, el viejo Gregory está saliendo otra vez, ya es tiempo de curarme o va a ponerse muy feo y ya no quiero eso, me complica la vida’.
Lo que yo necesito hacer cuando comienza así, tomar un día para ayunar, o tomar un tiempo, yo voy a confesar algo, me gusta meterme en un lugar escondido donde nadie me escucha y gritarle al Señor en lenguas por un tiempo como un loco. Esto es clamar al Señor en un lenguaje espiritual.
Y no se después de media hora de eso, es como medicina, me curo. Me siento mejor, ya no soy tan mal como antes. Sigo malo, pero no tan malo como antes, porque el poder ya comenzó a fluir otra vez. Estoy en mis cinco cabales otra vez, ya vamos a volver.
Sabemos que el poder es de Dios pero nosotros tenemos que estar conectados con ese poder, tenemos que colaborar con ese poder y Dios tiene su manera de cumplir la misión que él tiene en tu vida. Él tiene un plan para tu vida. Él quiere transformarte para que tu seas como Jesús, pero en tu personalidad, en tu vida, en tu cultura, en tu trabajo, en tu familia, él quiere que tu seas tal como Jesús sería si fuera usted.
Y el Espíritu Santo lo hace, lo hace en muchas maneras. Es un proceso que a veces es un proceso un poquito violento, a veces se necesita medicina dura. ¿Saben lo que pasó en nuestro hogar hace unos meses atrás? Mi esposa y yo estábamos domingo en la noche en el salón donde estuvimos haciendo algo, no se qué, y ya sentimos un sacudón, como ¡pom!, y toda la casa se sacudió y nos miramos,.... ¿será un terremoto? Mi esposa es de California, se asusta por cualquier cosas, qué será. Fue un sacudón fuerte, se tumbó unas cositas y miramos abajo y un carro se había chocado con nuestra casa. Imagínate. Gracias a Dios nadie estaba herido, estaban bien, pero pensamos, ¿qué cosa más rara que alguien se chocó con nuestra casa?
Y después comenzó a hacer sonidos en los próximos en nuestra calefacción. ¿Cuántos aquí tienen calentadores que son de esos del estilo viejo que, de vapor... yo no se si muchos tienen esos, y hacen a veces bang! Bang! Bang! Pero lo comenzó a hacerlo pero duro, duro, y se sacudía la casa y vimos un líquido feo saliendo, oloroso saliendo de eso. Y nosotros preguntamos a un plomero, y él dice que a veces cuando hay un ‘when there’s a big bang’ se sacude el sistema de calefacción y hay como una suciedad que está bien sedimentada en la calefacción, que se sacude y se suelta y se mueve en el vapor y causa esa pérdida y a veces el sonido. ¡Que lindo, no! Es sludge, es suciedad tan sedimentada que no se mueve si no hay un ¡bang! Fuerte, y después tu tienes que hacer fluir agua en el sistema para sacar toda esa cosa fea de dentro del sistema. Pero si no hay un sacudón fuerte algunas cosas nunca van a cambiar en nuestra vida.
Y yo pienso en el Apóstol Pablo que antes de ser Pablo era Saulo, andaba mal, tenía hábitos malos, hábitos como matar cristianos. ¿Tu crees que tu tenías malos hábitos? Él andaba matando cristianos, hombres, mujeres, niños, ese era su vicio antes. Dios tuvo que .... ¿que hizo Dios con él? Lo tumbó del caballo, ¡bang! Y él quedó ciego tres días, y dice, ‘Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?’ ‘¿Quién eres Señor?’ ‘Yo soy Jesús quien tu persigues’. ‘pero ¿cómo?’ Necesitaba una medicina fuerte. Es así en la vida.
A veces el espíritu usa un choque, un sacudón fuerte para despertarnos, para soltar la suciedad que está tan sedimentada que no cambia de otra manera. Pero el propósito de Dios es que seamos libres de la mala influencia.
¿Sabe que nuestra calefacción ahora funciona pero bien, bien, y calladito? Nos cocinamos anoche porque estaba..... porque funciona. El sacudón no es placentero pero después ..... guau... me siento libre, mejor, mejor que antes, gracias a Dios.
A veces Dios tiene que usar un látigo para limpiar la casa. Jesús, algunos piensan que Jesús es tan suave y tan tierno que nunca se molestaba por nada. Cuando Jesús vio personas vendiendo en el templo ¿Qué hizo? Él tomó tiempo para hacer un látigo y comenzó a bang, bang, a sacarlos de ahí, tumbando las mesas. Esta casa es casa de oración, ustedes lo han cambiado en un mercado, en una cueva de ladrones. Jesús a veces tiene que darnos un buen cocotazo para que aprendamos, ¿no? A veces es fuego.
¿Cuántos sabemos que el fuego es un agente purificador? Como dice Malaquías que Dios es como un purificador con fuego que pasa el oro en el fuego y se quema y todas las impurezas suben a superficie y el oro que queda es oro refinado en el fuego, oro que vale. Si tu has pasado por sufrimientos tu sabes que después quedas purificado como oro refinado, ya las impurezas salieron a la superficie para ser visibles, para ser limpiadas. Que lindo, el proceso del Espíritu Santo.
A veces el Señor tiene que limarnos un poco, y ¿saben lo que usa para hacer esto? Algo que es áspero, para tocar contra nuestras asperezas. ¿Cuáles son las cosas que rozan con las asperezas de tu carácter? Normalmente son personas más ásperas que tu. Si tu tienes un problema Dios te envía alguien normalmente en el trabajo, un jefe, una amigo, un compañero, una esposa, un esposo, un hijo para limarte un poco. Si tu te dejas hacer, algunos esposos mirándose como.... hierro contra hierro..... hierro contra hierro y quedan bien, bien afilados, gracias a Dios, ejemplo vivo.
Pero fíjate, es así. ¿cuántos aquí han tenido un amigo que tenía, y no estamos hablando de nadie en particular ahora, con carácter medio difícil y fuerte? Después de casarse, las chispas vuelan porque se casa con alguien más fuerte que él normalmente, pam, pam, pam, chispas, sin violencia, estamos hablando palabras, cosas así. Pero después de eso si se someten al Señor los dos quedan, el hombre queda diferente, la mujer queda diferente, más suave, más como Cristo. Para algunos se fortalecen. No es fácil, no es placentero pero es obra del Espíritu Santo para formarnos para ser como Cristo.
Gracias a Dios la purificación no siempre es difícil. A veces Dios te purifica en maneras refrescantes y suaves. Hay algunos que no necesitan un golpe tanto como un aceite para ungir sus heridas y sanarse un poco.
Sabemos que el agua es un agente de limpieza linda. Tu tienes una olla sucia, en lugar de fregar, fregar, mira, voy a dejarla ahí con agua por un tiempo, y ya se refriega más fácilmente. El agua del Espíritu Santo nos suaviza, nos cambia.
Yo conozco personas que eran tan duras diez años atrás que a veces ahora dicen cosas tan suaves que hasta me pregunto, hermano, hermana, ¿tu estás bien, tu estás bien? No te vayas a enojar. Tu estás tranquila, estás saludable. Es que el Espíritu Santo le ha suavizado sus durezas. El agua de vida refresca el alma.
El bautismo representa un entierro y nueva vida y también representa un buen baño que Dios nos da, gracias a Dios. Una mamá me dijo, ‘Gregory, mantenga a mi hija abajo mucho tiempo porque está muy sucia, echa cloro y ya.... bien, bien limpia la quiero’. Simboliza la limpieza, el agua.
El viento, el Espíritu Santo viene como a veces un soplo, a veces un viento. Un viento puede limpiar porque cuando el viento sopla ya el polvo se va. Uno puede usar un leaf blower or a snow blower para soplar y quitar la nieve. A veces el viento del Espíritu Santo hace la obra.
Por eso cuando la gente viene aquí al frente, no lo hacen por gusto, lo hacen porque Dios sabe que necesitan un encuentro con el Espíritu Santo y vienen y están aquí llorando y clamando al Señor y el espíritu hace la obra, a veces en un mes, dos meses de búsqueda intensiva del Espíritu Santo aquí, se limpian más neurosis y problemas que 10 años de psicoterapia. Y la creo en la psicología, vale la pena decirlo, pero el espíritu tiene poder y transforma. Te animo, busca esta llenura. Funciona.
Otra manera de sanar es la luz del sol, la luz del sol. Sabe que un hombre famoso que era un juez famoso, Brandice, se puso una universidad del nombre de él. Brandice dijo que la luz del sol es el mejor desinfectante que hay. Tu pones algo feo en la luz del sol y se desinfecta un poco, ¿no? Funciona. Por eso se pone la ropa.... que lindo cuando tu pones la ropa al aire libre. Tal vez aquí en Boston no tanto como en el campo, ¿no? porque hay más contaminación. Pero te acuerdas de cómo sentía la ropa después de estar al aire libre conel viento y la luz del sol. Ay qué rico. Es así con Dios.
Si nos ponemos en la luz y dejamos que las cosas estén sobre la mesa se limpian, se limpian. Decimos mucho en el discipulado que las cucarachas y los ratones viven en las tinieblas. Tu prendes la luz y ¿qué hacen? Se esconden. Es así con el pecado y con los demonios, yo digo.
Cuando la gente comienza a confesar sus pecados, del uno al otro.... mire esto no es católico, eso es bíblico. Confesaos.... y católicos es bíblicos muchas veces, no estoy criticando. Pero, confesaos sus pecados el uno al otro y orad el uno por otro para que sean sanados.
Cuando confesamos a un hermano una lucha que tengo, ay, que lindo está la luz, la persona ora por mí y yo me siento sanado. Ya estoy perdonado por la sangre de Jesucristo pero necesito la oración del hermano y cuando se pone en la luz se sana y se libre. Hermano, yo espero que todos tengan por lo menos un amigo o una amiga cristiano, maduro, discreto que sabe guardar un secreto en quien tu puedes confiar tus luchas personales. Es importante, es importante así que la luz del sol nos sana, la confesión y muchas cosas.
También tenemos que a veces, ¿saben qué? Yo a veces voy a casas, me invitan a orar para echar fuera demonios. Yo no se, Dios lo hace, y oramos, hacemos culto y echamos fuera todos los demonios de la casa, echamos aceite sobre cocina, baño, cama, aceite, aceite. Oramos y después al punto de salir sentimos el gozo del Señor y miramos en la sala, un santo con velas y un altar y todo eso.... era, como si yo fuera un fumigador y matar todas las moscas y tu dejas la ventana abierta para que entren más. A veces hay que deshacerse de ciertas cosas, ¿no? o vamos a dejar que sigamos en problemas. Esto es, hay que cerrar la ventana de la casa, hay que cerrar ciertas puertas y decir, ya no entre más las cosas feas. Cerrar la puerta al enemigo y ¿saben qué dice la palabra? Es una cosa limpiar la casa y barrer la casa que todo esté limpio, pero si tu lo haces y dejas la casa vacía aunque un demonio haya salido, ese demonio va a buscar 7 demonios más feos que él y va a regresar y habitar en esta casa otra vez. No es solo limpiar la casa es llenar la casa de las cosas de Dios, llenar mi vida de oración, de buscar al Señor, de servir que esté tan ocupado con Dios que ni hay tiempo para pecar como antes, ¿no? Esto es la limpieza. Que lindo botar ciertas cosas.
Mi esposa y yo hicimos un tag sale y yo mi volví loco botando cosas, boto eso, boto eso, boto lo otro, qué lindo, que despejado uno se siente y debe ser así con las cosas que cargamos en la vida.
Para terminar solo quiero decir que el Evangelio funciona, hermanos. De verdad el Evangelio funciona. Dice la palabra que no avergüenzo del Evangelio porque es el poder de Dios para la salvación a todo aquel que cree. Y es así. Podemos confiar que Dios hace la obra y el Evangelio significa que hay uno que murió por mí y por ti.
No se si has escuchado personas decir que yo pido la sangre de Jesús para cubrir esta persona, o para cubrirme. ¿Has escuchado esta frase? ¿Por qué? Dice que Satanás es un acusador, es un fiscal, como en la corte y él tiene un caso contra nosotros porque cada uno de nosotros hemos violado la ley del Señor y el acusador viene con acusaciones contra ti y contra mi, dice, esta persona ha quebrantado la ley, él merece la muerte. Y nosotros, gracias a Dios, estamos en la corte con las acusaciones y no tenemos defensa porque somos culpables, pero después sabemos que tenemos un abogado, un abogado que ha pagado el precio de lo que nosotros hemos hecho con su propia sangre, él murió en nuestro lugar. Y yo puedo decir a Satanás, si soy culpable, pero la sangre de Jesús ha pagado por mis pecados. Yo estoy bajo la sangre de Jesús y ya no puedes acusarme más.
Hermanos, la sangre funciona. Funciona como ningún otro agente. La Biblia dice que la sangre de Jesús purifica la conciencia, para que yo sienta que a pesar de mi pasado, a pesar de lo que yo he hecho, yo estoy limpio, aunque estoy en proceso, ya soy santo en el nombre de Jesús y por su sangre y yo puedo confiar en él.
Hermanos, es la misericordia de Jehová que nos trae al arrepentimiento, es la gracia de Dios. Quiero terminar con una historia que todos sabemos, la mujer que fue hallada cometiendo adulterio, esa mujer la trajeron a Jesús queriendo apedrearla porque había quebrantado la ley y le pregunta a Jesús, ‘¿esa mujer ha quebrantado la ley, qué debemos hacer? La ley dice que debemos apedrearla y tu ¿qué dices? La Biblia dice que Jesús se puso a escribir en la arena con su dedo, con su dedo en la arena por un tiempo, como solo medio escuchándolos. En la Biblia hay otro dedo sobre el Monte Sinaí, otro dedo, el dedo de Jehová que escribió en dos tablas los 10 mandamientos, el dedo de Jehová. Jesús estaba diciendo, ¿ustedes piensan que yo no conozco la ley? Yo escribí la ley, yo la conozco, y el que no ha cometido pecado que sea el primero en lanzar la piedra.
Y después él dice a la mujer ‘Mujer ve y no peques más’. Cuando todos se habían ido, la mira a los ojos y dice, ¿dónde están los que te van a condenar? Y ella dice, ‘no hay nadie más para condenarme’, él dice ‘yo tampoco te voy a condenar, ve y no peques más’. Con este acto de amor yo creo que ella nunca volvió a su vida como antes, cambió para ser seguidora de Jesús, por la misericordia de Jesús en su vida.
Hermano, hermana, pégate al Señor, recibe su misericordia, recibe su amor y se transformado por ese amor que Dios tiene para contigo, pero esto es serio, con Dios no se juega. Nos va a pedir cuentas a cada uno, ha abierto la puerta, ha pagado el precio y él dice, ‘sal de las sombras, confiesa tus luchas porque hoy es el día de la salvación, vendrá otro día cuando ya será tarde, pero hoy es día de misericordia, es día de salvación. Vengan, reciban el amor de Dios hoy. Amen.
Los invito a ponerse de pie y vamos a orar. Padre, venimos ante ti Señor, te damos gracias, Señor, que nosotros somos el barro pero tu eres el alfarero y tu sabes qué estás haciendo con nosotros, Señor. Te pido, Señor que tu hagas la obra en mi, en mis hermanos, Señor, que seamos purificados por ti.
Hermano, yo te invito a poner la mano sobre el corazón. Moisés cuando él puso su mano sobre el corazón, él sacó la mano y vio la lepra en la mano, como si estuviera viendo la condición de su corazón. Todos nosotros tenemos lepra por dentro pero gracias a Dios Moisés sacó su mano una segunda vez y era un mano limpia como con piel de bebé.
Y Padre, yo te pido todos junto con la mano sobre el corazón, te pedimos, Padre, que tu nos sanes, que nos purifiques, Señor, que nos perdones por nuestras luchas, por la doble vida que a veces tenemos, Señor, por dejar, Señor, de confiar en tu palabra que es alumbrera para nuestro camino. Oh Señor, tocamos el corazón e invitamos a tu espíritu purificador, transfórmanos, Señor, haznos más como Jesús, Señor. Purifícanos aquí León de Judá, como iglesia, nos cubrimos, León de Judá nos cubrimos con la sangre de Jesús, nos cubrimos con la sangre de Jesús. Salimos de las salimos.
Decimos ‘Señor, cámbiame, transfórmame, líbrame, Señor, quiero seguirte a ti, Señor, en el nombre de Jesús, Señor. Estamos comprometidos contigo. Gracias, Señor.